Castrillo de Cabrera, donde nadie es forastero.
El lema “Bienvenidos a Castrillo, aquí nadie es forastero” que aparece en el cartel a la entrada de este pequeño pueblo cabreirés, describe perfectamente cómo han sido, son y serán acogidos los visitantes que se acerquen al lugar… y, por eso mismo, se puede decir que no es mal pueblo el que tiene tan hospitalaria y noble gente.
Junto a otras cinco poblaciones más, forma parte del Municipio de Castrillo de Cabrera, situado en el suroeste de la provincia y en el extremo occidental de Montañas del Teleno. Castrillo es la sede del Ayuntamiento.
Este pueblo, encaramado a más de 1000 metros de altitud, se divide en dos barrios bien diferenciados para adaptar su caserío a la ladera de los Montes Aquilanos: el Barrio de Abajo y el Barrio de Arriba, separados por el Barrial y estratégicamente orientados al Sur.
Actualmente, como tantas poblaciones en las zonas rurales sufre despoblación, apenas cuenta con 28 habitantes; sin embargo, goza de un gran patrimonio material e inmaterial, que entre el Ayuntamiento y un pequeño grupo de personas, de forma altruista, se empeñan en recuperar y conservar.
Su arquitectura es la típica de Cabrera Baja y está íntimamente relacionada con el modo de vida de sus habitantes a lo largo del tiempo. Se distinguen tres tipos principales de vivienda:
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Las que se datan en el S. XIX o incluso anteriores, que alguna aún sigue desafiando al tiempo después de varios siglo en pie, cuyos materiales básicos son los más nobles que desde tiempo inmemorial ha suministrado el territorio: la piedra, la madera y el barro como argamasa, que se mimetizan perfectamente con el entorno. Son casas pétreas desde el suelo en el que arrancan sus cimientos hasta la misma culminación de sus tejados. En ellas encontramos bellos ejemplos de chimeneas de formas ligeramente troncopiramidal forradas por piezas menudas a modo de escamados y rematadas con una caperuza coronada con una pieza pétrea y corredores con formas caprichosas trabajadas en madera que etnográficamente alcanzan gran valor.
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Las levantadas a partir de mediados del S. XX en las que la irrupción de la “modernidad” se deja ver externamente en su factura de ladrillo y la sustitución de la madera de los corredores por otros materiales, las cuales, junto con las nuevas construcciones de diseños actuales, han cambiado la armonía del conjunto arquitectónico; aunque “ni por esas” pueden eliminar el singular encanto del pueblo…
En Castrillo se pueden disfrutar a raudales de belleza paisajística aportada por la frondosidad de la vegetación, los cursos de agua que serpentean hasta alcanzar el Río Cabrera, la abundancia de especies cinegéticas y faunística,…, de un medioambiente totalmente saludable y de inmensa paz. Además, los más curiosos por la historia y la arqueología tienen la oportunidad de pisar numerosas zonas arqueológicas que fueron emplazamientos de las tribus castreñas que poblaban el territorio y, posteriormente, también de época de la dominación romana, como San Martino, La Cárcava o los alrededores de La Virgen del Castro.
Ni que decir tiene que por el término de Castrillo transcurren los carriles romanos C4, C3 y C1, transitables en su mayor parte, por lo que es posible dar “un paseo por la historia” de forma cómoda.
En el Barrio de Abajo se encuentra la fragua tradicional restaurada y visitable, la ermita de la Virgen del Castro, en la cual se celebran dos fiestas anuales importantes: las Letanías que dependen de la Semana Santa y la Nuestra Señora, en agosto a las que los vecinos invitan a todo el mundo a compartir con ellos su alegría y a participar en las actividades que organizan. En el Barrio de Arriba se halla ubicada la Iglesia Parroquial dedicada a San Juan Bautista, un edificio sobrio que no por ello deja de ser digno de admirar, sobre todo si la ocasión es en el mes de junio, cuando se celebra la festividad.
Hay mucho que ver y disfrutar por lo que en una sola jornada no da tiempo a todo y, por eso, en la parte alta del edificio del Ayuntamiento se ha habilitado el albergue turístico “Castro Domum”, que oferta quince plazas al público con todo tipo de comodidades y tranquilidad.
No hay excusa, pues, para no venir a Castrillo de Cabrera ni para que no sea reconocido como uno de los 10 Pueblos Tilenenses más Bonitos 2022.
