El alfar-museo de Jiménez de Jamuz se inauguró en el año 1994. Desde entonces, su objetivo es mantener y potenciar la actividad alfarera y dar a conocer esta actividad artesanal como atractivo turístico para la creciente afluencia de visitantes a la localidad.
La alfarería ha sido, secularmente, una de las principales actividades económicas . De los talleres jimeniegos han salido todo tipo de "cacharros", elaborados de forma precisa para satisfacer las necesidades de los consumidores de cada una de las zonas a las que iban a ser destinados: cántaros y ollas para Benavente, nateras para la montaña leonesa,... y otras piezas más usuales, entre las que no faltaban los tradicionales botijos, orzas para la manteca, barrilas,... y cualquier formato de cazuela que pudiera moldearse. Por lo general se trataba de talleres familiares, que se encargaban de todo el proceso de producción: extracción y preparado de la arcilla en los barreiros del pueblo; diseño y elaboración de las piezas; decoración, vidriado y cocido de las mismas, e incluso su posterior venta en ferias y mercados de todo León y provincias vecinas. Aún así, la producción llegó a ser elevada como demuestra el hecho de que estuviera estipulado que un alfarero tenía que elaborar al menos 16 docenas de cacharros al día para ganar su jornal.
Las instalaciones del alfar-museo ocupan un antiguo taller, debidamente recuperado para su plena funcionalidad y acondicionado para usos museísticos con el asesoramiento del Instituto Leonés de Cultura y de la decana etnógrafa leonesa, Concha Casado Lobaro. En el inicio de su andadura, fue el maestro Martín Cordero quien se hizo cargo de la actividad del alfar y tras su pérdida, ha sido remplazado por uno de sus discípulos, Jaime Argüello.
En las dependencias, además de la zona expositiva, donde se muestras algunas de las piezas más comunes y más destacadas de la zona, es posible visitar y ver en uso otras dependencias, como el horno, aún de leña, los molinos para moler el “alcohol de hoja”, el sulfuro de plomo empleado en el vidriado de los cacharros, los almacenes de leña de brezo (urces) con las que se calientan, los talleres con sus tornos en los que se da forma a las piezas o los almacenes repletos de piezas a la espera de entrar en el horno, todas dispuestas alrededor de un amplio patio empedrado.
Los cacharros de Jiménez se caracterizan por la tonalidad rojiza, algo verdosa, de su vidriado y por su excelente calidad... Algo especial debe tener esta afarería cuando el gran arquitecto Antoni Gaudí encargó a los talleres jimeniegos todas las piezas decorativas que recubren los nervios de los arcos que sostienen la estructura del Palacio Episcopal de Astorga.
Dirección y contacto
Alfar Museo
C/ Avenida del Cueto
24767 Jiménez de Jamuz (León)
Tfno. 987 664488
Horario
De septiembre a mayo: mañanas de 10 a 14 horas y tardes de 17 a 20 horas
Junio, julio y agosto: mañanas de 10 a 14 horas y tardes de 16 a 19 horas
Lunes y martes cerrado
Precio
Adultos: 1,50 €
Niños: 1€
Grupos: 1€
Commentaires