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Entrega de premios de la 4ª Edición - Certamen fotográfico Montañas del Teleno “RINCONES TILENENSES”



El Objetivo de este certamen era dar a conocer a través de imágenes la singularidad y belleza del territorio Montañas del Teleno y los recursos que lo caracterizan. Bajo esta premisa, se hizo público el IV Certamen Fotográfico Montañas del Teleno. “Rincones Tilenenses”, pero la convocatoria al igual que en ediciones anteriores, tenía, además, otra intencionalidad: “convertir en arte nuestra tierra”.


Un jurado formado por 6 miembros fue el encargado de evaluar las imágenes: un destacado fotógrafo profesional, un diseñador gráfico, un restaurador de patrimonio, un técnico de turismo, un arquitecto y Cronista Oficial de Montañas del Teleno y el Presidente del Grupo de Acción Local.


Se presentaron un total de 27 trabajos (seis más que en la edición anterior) con un destacado nivel de ejecución; pero, una vez previsualizados, se estimó oportuno que, aparte de que se cumplieran los requisitos formales, habría de tenerse en cuenta, de forma especial, el mensaje artístico y simbólico que revelaban.


Para satisfacción la organización, una vez más, ninguna de las imágenes presentadas deja indiferente a los que las ven… Pero, además, de varias de ellas trascendía que, su artífice, había utilizado la fotografía como medio de expresión artística para potenciar una idea conceptual que coincidía plenamente con el objetivo del certamen: “la singularidad y belleza tilenense”. Este importante matiz fue el que distinguió las fotografías que eran creativas de aquellas otras que habían sido tomadas con una cámara para captar, simplemente, una realidad más o menos admirable.


La mayoría de las imágenes eran paisajísticas, sintetizaban la belleza de un escenario, de algún rincón de Montañas del Teleno; sin embargo, su verdadero valor era que estaban realizadas para presentar el territorio y transmitir la necesidad no sólo de verlo con nuestros propios ojos, sino también de respirarlo, tocarlo, saborearlo,… para comprenderlo y amarlo tal cual es, con sus luces, sus sombras, sus colores, olores, rugosidades,…


Todos nos sentimos atraídos al mirar un bonito paisaje y todos sus detalles y componentes. Por eso, la fotografía paisajística es una excelente oportunidad para captar la experiencia de la “estar presente en un lugar, formar parte de él, aunque sea sólo como espectador”.


El proceso de evaluación fue arduo. En primer lugar, entre todas las

fotografías se hizo una preselección, que no implicaba que las que no

pasaron esa fase fueran “descartables”, sino que las designadas

cumplían con creces el objetivo fijado en las bases y el deseo subyacente

del Grupo de Acción Local.


Finalmente, se eligieron nueve; aquellas que poseían un factor diferencial: captaban un rasgo tilenense inequívoco y parecía que estaban pensadas y creadas para llegar a un fin más allá de plasmar la singularidad y belleza del territorio. Para el espectador, eran una

invitación a conocerlo, a disfrutarlo, a vivirlo, a buscar más rincones como esos, aprisionarlos con la mirada y guardarlos en la memoria y en el corazón, ... puertas abiertas a lugares mágicos y únicos.


Al volver a ponderar las preseleccionadas, de cara a la concesión de los premios, se planteó el dilema de cómo aquilatar sus méritos, decidiéndose, al final, que “el plus” no iba a ser la excelencia alcanzada en el momento de captura o en el posterior posprocesamiento, sino EL MENSAJE, el significado que proyectaban hacia quien las visualizase, fuera o no tilenense.


La decisión final fue más que difícil; porque, las nueve imágenes, contaban una historia o describían un recurso natural de forma plenamente sensorial, miles de detalles a los que, a no ser a través de estas estampas, no se llegarían a descubrir a simple vista. Los detalles

y las emociones propagadas eran los protagonistas de las obras, su verdadera magia para los sentidos, casi una detonación en el cerebro.


Eran un puente entre nuestra mente y lo que se considera real. Cabe señalar que el mejor arte fotográfico tiene lugar cuando los artistas retratan los motivos con los que se apasionan, que le son cercanos, simbólicos... y, en los tres trabajos seleccionados se nota que, a sus autores, les ha resultado más fácil crear estas obras de arte porque las ideas que les transmitía lo captado, les resultaban significativas, casi íntimas.


Con estas fotografías, los artistas nos han ofrecido la autenticidad de una escena tilenense y, el Grupo de Acción Local, se esforzará en irradiarla al mundo. La intención con la que se divulgarán estas imágenes de naturaleza artística será: ir más allá de lo físico para dar a

conocer un modo de vida distinto, una visión atrayente de fantásticos rincones escondidos en una tierra callada que aún palpita y quiere perpetuarse y, sobre todo, un sentimiento de pertenencia a ella.


Y, como una foto sugiere ideas diferentes cuando se ve en una pantalla o un visor digital de las que aparecen cuando está expuesta, se ha plasmado a gran tamaño cada una de las ganadoras para que al ampliar el tamaño, la escala y, sobre todo contar con la fisicalidad, se facilite al espectador la interpretación de los trabajos artísticos. El mundo de la imagen es prácticamente ilimitado y estas tres muestras son solo unas de las distintas formas que las fotografías artísticas pueden tomar.


Así pues, haciendo público el sentimiento del Jurado lamentando no poder premiar a todas las imágenes presentadas a esta IV edición del Certamen Fotográfico Montañas del Teleno, como se merecen, seguidamente presentaremos a las ganadoras.




PRIMER PREMIO:

• “Poza de la Felicidad”, de Emilio Rubio Fernández. El arte es subjetivo, sin embargo, no se puede dudar que estamos ante una fotografía artística. Tiene un contenido muy atractivo que capta inmediatamente la atención del espectador, que, llanamente, se resume en un lugar casi paradisíaco, una buena composición y una bella luz. El posprocesamiento realizado ha contribuido a transformar y elevar la imagen originaria, reafirmando la expresión simbólica que, en el momento de captarla, tuvo el enclave para el autor. Una foto de una cascada es la imagen de una cascada; ni más ni menos que la representación gráfica de un elemento natural y real. Pero, dependiendo de la luz, la exposición y la composición, la intención de esta fotografía ha cambiado. El autor ha demostrado que conoce, comprende y domina las complejidades y herramientas de la cámara para ponerlas al servicio de expresar artísticamente su percepción, el simbolismo del lugar.




SEGUNDO PREMIO:

• “Con los pies en el cielo”, de Jorge Marín Marina. El autor ha optado por un enfoque caprichoso para, sin embargo, captar algo tan simple como unos edificios, lo que le que ha permitido crear una imagen diferenciadora y descubrir una nueva perspectiva sobre esos elementos vulgares. Es casi catalogable como una fotografía de naturaleza muerta, pero que se sale de la norma, materializando algo único, casi extravagante, la realidad silenciosa de los solitarios pueblos tilenenses que, sin embargo, tratan de dejase oír. Se advierte que el autor tiene un buen conocimiento de la “regla de los tercios”, porque se ha atrevido a romperla con éxito alejando y centrando al “sujeto” para resaltarlo, dando más fuerza a la imagen y encontrando una nueva forma de llamar la atención (el reflejo en el charco) y comunicar la idea que condensa su título “con los pies en el cielo”. Arte compositivo de primer orden, sin duda.




MENCIÓN ESPECIAL:

• “Tesoros”, de Ana Isabel Pérez Alonso. Como fotografía artística, Tesoros, tiene tres valores esenciales:

Primero: magnetismo estético y atractivo visual. Segundo: está bien elaborada, y, Tercero: expresa compromiso conceptual, con el territorio y con su historia. Es una imagen muy interesante que no sólo está bien construida, sino que está relacionada con una idea más amplia: nada menos que el empeño de la autora por divulgar los recursos y singularidades de Montañas del Teleno, su propia tierra. La presencia rotunda tanto del fondo, copado por el murallón del Teleno inscrito en el horizonte, como del primer plano, el ancestral Petroglifo, dan cuenta de la eternidad, de lo que, a pesar de todo es inamovible. Pero, también, de lo efímero de la existencia; recuerda nuestra mortalidad frente a la permanencia de la naturaleza. Es una muestra de lo importantes e insólitas que son las obras de la creatividad del ser humano desde sus orígenes para las cuales casi siempre se ha elegido el soporte más indeleble, la piedra. Tesoros, se trata de una verdadera storytelling con mensaje evocador.


"En nombre tanto del Grupo de Acción Local, como de todos los tilenenses que amamos esta tierra, quiero dar la enhorabuena a los tres artistas premiados: Emilio Rubio Fernández, Jorge Marín Marina y Ana Isabel Pérez Alonso. Vuestra ayuda resulta inestimable para nuestro objetivo, dar a conocer la singularidad de Montañas del Teleno y para lanzar un crucial mensaje: Nuestros pueblos tienen mucho y bueno que ofrecer, sólo hay que observar con ojos puros de niño, mirada sabia de anciano y sensibilidad de artista para comprenderlo, sentirlo y vivirlo."


Narciso Fernández, presidente de Montañas del Teleno.





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