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#Val de San Román

Val de San Román, conocido también en la zona como “Val de Arriba” es una de las tres localidades que componen el municipio de Val de San Lorenzo. Sus habitantes encuentran repartidos en sus tres barrios conocidos como “Quintana”, “Sobrado” y “Cantosales”. Aparecen menciones al lugar de “San Román” desde 1027. Siglos más tarde, en 1640, se nombra como villa, dato significativo que nos habla de la importancia de la localidad en el siglo de oro.


Su principal monumento es la iglesia parroquial dedicada al mártir San Román, un airoso edificio del siglo XVIII, con planta de cruz latina, que se erige solitario en un punto intermedio de los barrios que conforman el pueblo. La torre campanario fue construida posteriormente, en el año 1850.


En el interior, que ha guardado como pocos templo el encanto de lo popular, destaca el gran retablo barroco conformado a la manera de expositor para el Santísimo Sacramento, un caso único en la comarca. Data del año 1738, y su maestro fue José Suárez Castañón como apunta D. José Manuel Sutil en su libro Arciprestazgo de la Somoza: apuntes para la historia y el arte de treinta y dos pueblos maragatos. Además de este, cuenta la iglesia con otros cuatro retablos también barrocos, de trazas y policromías más populares. A los pies de la iglesia se sitúa el coro o tribuna, donde podemos encontrar un curioso catálogo de grabados contemporáneos realizados por los mozos a punta de navaja, donde se observan nombres, ramos, pendones, etc.


Un curioso elemento que ha conservado esta iglesia es el monumento eucarístico del Jueves Santo, realizado con sargas pintadas con temas del Antiguo Testamento y la Pasión, y datado a mediados del siglo XIX.


En 1733 mantenía el pueblo cuatro ermitas, dedicadas a Santa Bárbara, la Cruz, Santa Águeda y San Pelayo, de las que actualmente no se conserva ninguna.


También a mediados del siglo XVIII, junto al río Turienzo, llegaron a convivir un batán y once molinos harineros, de los que hoy todavía pervive alguno restaurado y visitable como los de teja, las eras o el de los mozos. Constituyendo muestras significativas de su patrimonio etnográfico, junto con otras como la fuente de Quintana, junto a la que se alza la antigua fragua. Existen además construcciones arcaizantes con restos de techumbres realizadas en paja de centeno.
Celebra el Val de San Román, la rogativa de San Marcos, antiguamente compartida con Val de San Lorenzo y Valdespino de Somoza; la fiesta sacramental, donde no suelen faltar los pendones típicos y su patrono San Román. Todas ellas amenizadas con la música tradicional de la flauta, el tamborín y las castañuelas, y en las que no faltan competiciones de bolos maragatos, juego típico de la comarca.

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